El apasionante mundo de los perros de salvamento acuático con el landseer Timmi

En las interminables extensiones de agua, donde la fuerza del agua es tan fascinante como peligrosa, hay héroes de cuatro patas dispuestos a salvar vidas. Los perros de salvamento acuático, nacidos con una afición especial por el agua fría y adiestrados con esmero, se lanzan al agua para ayudar a las personas en apuros. 

Esta historia peluda trata del perro de salvamento acuático Timmi y su dueña Anke Gäfe. El macho landseer y su dueña forman un equipo inseparable. Comparten un amor común por el agua y son grandes nadadores. Una pasión inicial que se convirtió en una profesión que les ha proporcionado un montón de aventuras juntos durante 10 años.

A partir de ese momento, fue imposible imaginar el agua sin Timmi y se sentaron las bases de su posterior adiestramiento como perro de rescate acuático. Su adiestramiento comenzó de forma lúdica cuando tenía 11 semanas. Timmi desarrolló un instinto de juego tan grande que apenas se le podía domesticar cuando había gente en el agua: desde el principio tuvo claro que esas personas necesitaban su ayuda y que tenía que rescatarlas del agua. Básicamente, el primer gran reto para Timmi no fue "rescatar" a una persona del agua. Timmi tuvo que aprender que no todas las personas que estaban en el agua querían ser "rescatadas" por él. 

El perro de salvamento acuático: ¿cuáles son sus funciones? 

Un perro de salvamento acuático ayuda en el rescate de una persona en apuros en el agua. Sus tareas incluyen seguir al socorrista hasta la persona o tirar de ella hasta allí. El socorrista puede entonces ocuparse de la persona, calmarla o prestarle primeros auxilios, mientras el perro de salvamento acuático lleva a ambos de vuelta a una orilla segura. 

Un vistazo a los landseer. Gigantes gentiles con pasión por el agua 

El Landseer es un "gigante gentil" de buen corazón. Con una altura de 80 cm o más, impresiona rápidamente. Se le considera alerta, activo y muy orientado a las personas, y tiene un instinto natural de protección y guarda. Incluso sus antepasados solían proteger a los rebaños de peligros como osos y lobos. Por ello, el Landseer es capaz de reconocer los peligros de forma autónoma y tomar sus propias decisiones a la hora de defenderse de ellos. Se caracterizan por su amor al agua, razón por la cual los Landseer se utilizan a menudo hoy en día como perros de salvamento acuático en lagos y costas. Tienen las mejores características para este trabajo: Tienen mucho subpelo, que puede protegerles en aguas frías, tienen mucha masa corporal, que necesitan cuando quieren sacar a la gente del agua, están dispuestos a trabajar, muy orientados a las personas y lo mejor de todo: el agua es su elemento favorito.

La historia del Landseer 

El Landseer debe su nombre al famoso pintor de animales inglés Edwin Landseer, que en el siglo XIX se decantaba por los perros blancos y negros en sus cuadros. Estos perros blancos y negros, conocidos entonces como "perros terranova", se hicieron cada vez más populares y pronto adquirieron el nombre común de "perros landseer".

El Landseer es una raza muy joven e independiente que no fue reconocida por la FCI hasta 1960. Sus orígenes inmediatamente identificables son los perros terranova, que los pescadores británicos llevaron al Reino Unido. El terranova era muy popular entre los pescadores porque estaba especialmente dispuesto a trabajar, mostraba un enorme amor por el agua y, ya en el siglo XIX, se decía que este perro salvaba independientemente a la gente de ahogarse. Cuando los pescadores británicos trajeron consigo al "perro terranova", amante del agua, este se hizo rápidamente cada vez más popular, priorizando los de color negro para la cría. El terranova de color blanco y negro desapareció casi por completo hasta que cinólogos de Suiza y Alemania empezaron a traer de Inglaterra los últimos perros blancos y negros aptos para la cría que quedaban y a criarlos a principios del siglo XX. Se cruzaron razas como el kuvasz y el perro de montaña de los Pirineos para reforzar la parte blanca del color del pelaje blanco y negro y se creó la raza Landseer.

¿Puede cualquier perro convertirse en perro de salvamento acuático? ¿Cuáles son los requisitos? 

Las tareas de un perro de salvamento acuático lo dejan claro: no todos los perros pueden convertirse en perros de salvamento acuático. Por supuesto, el amor por el agua y la voluntad de trabajar en equipo con un humano son las cualidades más importantes. Sin embargo, también necesitan cierta masa corporal y fuerza para poder sacar del agua no solo a una, sino hasta a seis personas e incluso embarcaciones. Por lo tanto, las razas enanas y las razas caninas más pequeñas suelen ser menos adecuadas para el trabajo de rescate acuático "a tiempo completo". 

Sin embargo, esto no significa que no pueda disfrutar de esta actividad como pasatiempo con su perro si a este le entusiasma especialmente. No obstante, en general se recomienda que un perro de salvamento acuático pese al menos 25-30 kg cuando haya crecido del todo y debe estar sano y fuerte para que también pueda llevar a las personas a la orilla, por ejemplo en una tabla de SUP o en una embarcación.

¿Qué razas son especialmente adecuadas para convertirse en perros de salvamento acuático? 

Dado que el primer requisito para un perro de salvamento acuático es que sienta pasión por el agua, los terranova, landseer, labrador retriever y los retriever en general son especialmente adecuados para convertirse en perros de salvamento acuático. Sin embargo, otras razas también son adecuadas si alcanzan un peso final de al menos 25-30 kg, tienen un gran instinto de juego, son bondadosos por naturaleza y se sienten como pez en el agua.

¿Cuánto se tarda en adiestrar a un perro de salvamento acuático? 

El adiestramiento para convertirse en un perro de salvamento acuático dura unos 2 años. Lo ideal es que el adiestramiento comience cuando el perro aún es un cachorro, pero, por supuesto, solo de forma lúdica, ya que es ventajoso que el perro se familiarice con el agua a una edad temprana. Si además muestra una especial afición por ella, se crean las condiciones perfectas para un adiestramiento posterior. No obstante, los perros mayores también son adecuados si están dispuestos a aprender y cumplen los requisitos mencionados. 

¿Cómo se puede utilizar un perro de salvamento acuático? 

Cuando se despliega un perro de salvamento acuático, hay vidas humanas en peligro. Por eso, si Anke ve a una persona en peligro de ahogarse, habla primero con el perro de salvamento acuático Timmi para que la siga. Los dos nadan juntos hacia la persona. Una vez que llegan a la persona, Timmi mantiene primero una distancia de 0,5 metros. Anke puede hablar con la persona, calmarla y prestarle primeros auxilios si es necesario, Timmi solo se acerca cuando Anke se lo indica. Entonces espera hasta que Anke tiene a la persona que se está ahogando en su agarre de rescate y se sujeta al chaleco salvavidas de Timmi. Solo entonces da la señal y transporta a ambos a una orilla segura.

¿Qué es fundamentalmente importante para trabajar como equipo de salvamento acuático humano-perro? 

El estado del perro y su dueño debe ser excelente y por ello deben recibir formación y estímulo con regularidad. El perro de rescate acuático y su dueño deben ser capaces de confiar ciegamente el uno en el otro, el perro debe observar y obedecer las señales de su dueño en cualquier situación, ya que es la única forma de que el equipo humano-perro pueda confiar siempre el uno en el otro. El vínculo entre el perro de rescate acuático y su dueño es de especial importancia. Debe desempeñar un papel importante y reforzarse no solo durante el adiestramiento, sino todos los días. Un perro de rescate acuático tiene un compañero permanente con el que entra en acción. Vive junto a su humano y también le acompaña en la vida cotidiana.

¿Qué equipación necesita un equipo de rescate acuático humano-perro? 

Anke y Timmi utilizan una tabla de SUP que consiguieron en el servicio de salvamento acuático de Italia, porque la tabla de SUP tiene que ser especialmente estable, ya que tiene que poder transportar personas y perros. El chaleco salvavidas de Timmi también viene de Italia. Estos chalecos están hechos especialmente para perros de salvamento acuático, con tres asas para rescatar a personas que se ahogan y una anilla en la que el perro, junto con su humano, puede descender al agua desde un helicóptero.

¿Cómo se consigue un perro de salvamento acuático?

Dado que el rescate acuático es un trabajo en equipo, no basta con adiestrar a un perro de rescate acuático y luego trabajar con él. Un perro de salvamento acuático permanece con su dueño, idealmente de por vida. El vínculo especial que es necesario para el trabajo se desarrolla a través de la vida cotidiana juntos y, por supuesto, a través de todas las experiencias compartidas que se hacen durante el entrenamiento, entre otras cosas. Por lo tanto, no tendría sentido adquirir un perro de salvamento acuático adiestrado y luego pasar a la acción juntos sin más adiestramiento y trabajo de confianza.

¿Existen títulos o certificaciones de adiestramiento para perros de salvamento acuático? 

Todos los años hay un acontecimiento especial para el que Anke y Timmi se preparan: Los dos viajan a Italia y visitan la "Scuola Italiana Cani Salvataggio", o SICS para abreviar, la escuela italiana para perros de salvamento acuático. Aquí es donde se expiden los certificados para perros de salvamento acuático. 

¿Le interesa adiestrar a su perro para que se convierta en un equipo de salvamento acuático? Siga leyendo para saber más sobre el trabajo de la Scuola Italiana Cani Salvataggio.

Info Naturavetal®: Scuola Italiana Cani Salvataggio (SICS), la escuela para perros de salvamento acuático 

Para todos los interesados en el salvamento acuático con perros, nos gustaría presentar brevemente la Scuola Italiana Cani Salvataggio (SICS - "Escuela Italiana de Perros de Salvamento Acuático") y su importancia para salvar vidas en el mar, en colaboración con la Guardia Costiera e Capitaneria di Porto (Guardia Costera y Capitanía de Puerto italianas). Hablamos con Andrea Schiavon, adiestrador del SICS y autor de dos libros, y aprovechamos la ocasión para agradecerle sus valiosas aportaciones.

La Escuela Italiana de Perros de Salvamento Acuático (SICS) se fundó en 1989, gracias a la visión y tenacidad de Ferruccio Pilenga, con la idea innovadora de que cualquier perro con un peso corporal superior a 25 kg puede trabajar en el agua como perro de salvamento, lo que está reconocido por las autoridades marítimas italianas. Un aspecto fundamental de este trabajo es el desarrollo de un vínculo profundo e indisoluble entre perro y dueño. Dado que ambos trabajan en un entorno "no natural", el trabajo conjunto en el agua crea un vínculo especialmente profundo entre el hombre y el perro, basado en la confianza mutua.

SICS ha extendido esta filosofía por todo el mundo y ahora todas las razas de perros pueden participar en el programa de adiestramiento. Gracias a un adiestramiento personalizado que tiene en cuenta las habilidades, debilidades y puntos fuertes de cada perro, todos pueden aprender y practicar esta actividad con su dueño. Como los perros son criaturas sensibles con preferencias individuales, no existe una guía de adiestramiento única, sino que los puntos fuertes y débiles de cada perro se evalúan individualmente y el adiestramiento se adapta en consecuencia. 

Andrea Schiavon no solo es miembro de la escuela, sino que también organiza cursos llamados "Acqua secondo me" por toda Italia. Básicamente, los cursos tratan de cómo el adiestramiento de perros en el agua puede ayudar a resolver problemas de comportamiento canino. Para Andrea, no hay problemas de comportamiento en los perros, sino comportamientos problemáticos. La relación entre humanos y perros se basa en la necesidad de cooperación y ayuda mutua; cuando al perro se le asigna una tarea valiosa, encuentra satisfacción en ello y esta es la base del bienestar psicofísico del perro. 

Sin embargo, el SICS no solo prepara a las futuras unidades caninas, sino que también las certifica. Organiza el examen para las unidades existentes, ya que estas se examinan cada año y reciben un certificado de salvamento (Brevetto di Salvataggio), una especie de licencia, que se deposita en el servicio de guardacostas. Quien no supera el examen no puede seguir trabajando como unidad canina del SICS.

La licencia permite a la unidad canina (compuesta por un perro (de hasta 10 años de edad) y un propietario) participar y apoyar las operaciones normales de salvamento de forma voluntaria. Las unidades caninas patentadas SICS son reconocidas por los Guardacostas y las Autoridades Portuarias como el único apoyo autorizado para sus actividades de protección de la vida humana en el mar. Existen dos tipos de actividades: Las unidades caninas pueden desplegarse para ayudar a los socorristas o en lugares sin socorristas donde la ciudad, que es legalmente responsable, despliega una unidad canina para mejorar la seguridad. También pueden utilizar embarcaciones de guardacostas y unidades fijas de salvamento.

Actualmente, hay más de 250 patrullas caninas en las playas italianas. Los perros, bien adiestrados, llaman mucho la atención en la playa: así, los socorristas y los bañistas pueden entablar conversación fácilmente y los socorristas pueden alertar a los bañistas de los peligros concretos de la playa antes incluso de que se produzcan situaciones de riesgo. Sin embargo, como ya se ha explicado, la labor de los Cani Salvataggio no es solo preventiva. Si se produce una situación peligrosa en el agua y hay vidas humanas en peligro, intervienen directamente en la operación: Pueden arrastrar a su socorrista a través de olas altas, hasta el lugar del accidente, o saltan desde helicópteros para llegar al lugar del accidente. Una vez allí, esperan instrucciones de su compañero de equipo y se aseguran de que la víctima y el socorrista regresan a salvo. 

Al principio, el proyecto de "salvamento acuático con perros" se vio con escepticismo, pero hoy es un éxito en Italia, sobre todo en el ámbito canino. Esto se debe a que demuestra la especial colaboración entre humanos y perros, que se caracteriza por la confianza mutua y un gran amor recíproco.